Susana Reyes, educadora popular, alfabetizadora y coordinadora del Centro Educativo Isauro Arancibia, explica: “El Centro abarca muchas necesidades de jóvenes que duermen en la vereda y que están estigmatizados como peligrosos y chorros. Ellos tienen todos sus derechos vulnerados y se levantan a dormir de la calle y vienen a la escuela a estudiar”.

Cada vez que a Margarita la convocaban tomaba el subte hacia el Bajo y comenzaba el feliz recorrido hacia San Telmo que la acercaba al Isauro.

Y así la despidieron:

“Margarita: te fuiste de madrugada, de golpe el mundo se volvió opaco y frío. Saber que estabas para el y para todos nosotrxs era una de esas certezas que hacen menos cruel y brutal este presente.

“Hoy armaremos las fogatas y diremos el conjuro para que viajes en paz. Levantarás vuelo como nos enseñaste y desde allí podrás ver el amor que sembraste, el manto de amparo que dejaste en nuestro Isauro.

“Marga, mujer insurgente, lúcida, tierna, chispeante, creativa, desopilante, sensible, comprometida con la verdad y la lucha por un mejor vivir desde la memoria, el arte popular y la docencia amorosa.

“Nos ayudaste a pensar, con técnicas y metodologías de lo más exóticas. Llegabas al Isauro cuando te necesitábamos y tu propuesta creativa y viva era el alimento que necesitábamos para fortalecernos.

“El colectivo isaurino llora tu partida, como tantos, pero también agradece haber tenido tu palabra que nos ofreció siempre una opción más para asumir la vida. Tenemos la certeza de tu presencia para siempre!”

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