¿Te acordás cuando me preguntaste si nosotros nos íbamos a quedar en esta casa para siempre?

Y cuando tuviste que decir “para siempre” dudaste y yo sé que en realidad querías decir “hasta que te mueras”, porque siempre fuiste mi nieto delicado y eras muy cuidadoso con el amor de las palabras. Bueno sí, era hasta que te mueras.

Y acá estamos... por las putas dudas que uno nunca sabe, adelantando el momento…

Dos cosas que no se te olviden: belleza y verdad y confianza en nuestro amor.

Sabrás entender, desde que se inventó el mundo la cosa es así, no hay un descubrimiento nuevo por hacer que no entre en esas palabras.

¿Dónde está la belleza? ¿Dónde está la verdad?

Confiá en que más fácil o más difícil las vas a encontrar. Confiá confiá confiá. Porque yo también confío.

La confianza es algo que se hereda, se cree o no se cree.

Te dejo la medallita, ahí está la palabra CREO, vos sabrás en qué, yo también lo sé…

Yo creo en vos, otros creyeron en mí y así será aun cuando esta casa ya no esté más y yo tampoco.

Acordate, CREO, los dos creemos y los dos confiamos. Algo de eso me parece que ha de ser el amor.

Tu querida abuela


 

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